sábado, 15 de junio de 2013

Fogoso


Me encanta el sexo, improvisar y arriesgarme. A mi mujer también. Así que en esta semana santa de viaje con su familia, después de comer, intuí que estaría en el baño. Entré, apagué la luz y sin preguntar me desboqué, perdiendo el sentido. Cuando recuperé la claridad, mi suegra no era mi suegra y ahora compartimos secreto. 

10 comentarios:

  1. Jajajajaj
    Siempre hay que encender aunque sea un duermevelas...
    ;-)

    Besos, Nico.

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  2. No sólo de noche todos los gatos son pardos.

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  3. ¡Qué bueno!Lo mejor de todo es que no se le ocurrió gritar...jajajaja

    Saludos.

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  4. Nicolás:
    ¡Menos mal que no era el suegro!
    Muy bueno, me hizo reír.
    Abrazos.

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  5. Uyyyyy!!! Tremendo!!! Jajaja!!! Sus labios quedarán sellados para siempre! Muy bueno, Nicolás!

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  6. Qué tremendo, esta es una historia que comienza a partir del final.

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  7. Jajajaja, eso pasa por ir a "ciegas"

    Besos desde el aire

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  8. Ja, ja, ja, me parto, estaría buena la suegra...

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