viernes, 14 de junio de 2013

ACCIDENTE CASERO.

Siguiendo su rutina de cada mañana Douglas de Mitre tomó su café y procedió a ir al baño a llevar a cabo lo que campesinamente se conoce como " hacer del cuerpo."
Como persona de limpias costumbres, al terminar  se lavó las manos y procedió a sanitizárselas con alcohol, y al comenzar a preparar el desayuno, en cuanto encendió la estufa  sus manos echaron llamaradas por estar aún frescas del anterior líquido. Por reflejo las palmeó y como no se apagaban las puso bajo el chorro del agua, ésta vez logrando extinguir el fuego. En ése mismo instante sonó el timbrazo del teléfono y Douglas tomó el auricular a la vez que soltó el grito lastimero---PUTA MADRE.-- La voz que le contestó fué preguntando:---¿Cómo sabías que llamo yo, hijo?--- 

10 comentarios:

  1. Hola Microrrelatistas, los invitamos a dejar sus micros "Dinosaurios" en la entrada correspondiente al viernes 14 del blog de Punto y Seguido:

    http://puntoyseguidoescritores.blogspot.com.es/

    así los podremos incluir en la próxima Antología

    Perdona Carlos la intromisión...

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  2. Ahora sí, MUY gracioso, y las madres, siempre tan comprensivas...

    De paso te cuento que estoy mejor, y que me gustaría mucho ir a Oaxaca, no sólo a visitar chamanes (aunque a eso también).

    Un abrazo desde el DF

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  3. Jajajaja!!! A eso se le llama tener suerte y el don de la oportunidad!!!
    Un microrelato muy bueno!!! Me he reído imaginando la escena!!!
    Un abrazo inmenso!!!

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  4. Un hombre limpio, un estupendo hijo y una madre comprensiva. ¿Hay algo que pueda mejorar tan hermoso sentido de la familia?

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  5. ¡¡Qué buen encaje tenía la madre!!

    Un saludo

    http://misrelatosyesteblog.blogspot.com.es/

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  6. Qué patán que eres! Jajaja!!! Tienes la virtud para hacerme "ver" la escena y no puedo dejar de reír!!!
    Genial, Carlos! :-)

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  7. Comparto y agradezco carcajadas con todos ustedes que padecen un caso similar de psicoletrosis patológica obsesiva.
    Como dice Bee es una escena que basta mirar lo descrito para ver como se produce ésta sinergía en la secuencia hasta llevar al pobre tipo al grito de dolor que lo hace blasfemar. Y nos aparece la mamá tan linda que se excede de buena gente.
    No sé si es lo correcto reír de mi propio chiste, más bien me han contagiado las risas con que premian ustedes éste retrato de una posibilidad.
    Mientras yo mismo dude de mi cordura es que aún la tengo, el problema comienza cuando uno cree saberlo todo.
    Sólo se sabe todo al tener 15 años de edad, después ya nada es tan seguro.

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