viernes, 7 de septiembre de 2012

ZUMO DE NARANJA


     Silvia todas las noches le habla al oído. Mientras, él duerme plácidamente como un bebé recién bañado. Se acerca entre las sábanas, se pega cuerpo a cuerpo y la tela estampada cambia de color. En esta fotografía nocturna, la Luna se asoma entre los visillos de la ventana, dejando pasar la luz que refulge en la bóveda del mundo. En el interior de la casa las candelas están apagadas hace rato; las palabras se despiertan cercanas y suaves entre las sábanas de colores cálidos, se fusionan en un caleidoscopio muy singular y fácilmente reconocible.
         Por la mañana, los rayos de sol iluminan sus facciones en un gozoso despertar. Nota como la cara se le templa. Abre los ojos se da la vuelta, extiende los brazos. Piensa los colores del día. Dando un salto se pone en pie. De fondo suenan las noticias en la cocina, se oyen sonidos conocidos.
         Camina por el pasillo flotando entre los versos que le rondan desde la madrugada y llega hasta allí, donde el exprimidor gira y suelta el zumo de una naranja fresca que, huele a recién cogida. Se acerca  por detrás y besa la nuca de quién está preparando el elixir que la despierta cada mañana.

Autora: Carmen Martínez Marín
Blog: http://aymaricarmen.blogspot.com/ Cabopá

17 comentarios:

  1. Una tierna escena matinal.

    Uhm, casi huelo el zumito... Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Muy bucólica escena.
    Invita a pensar en maravillas eróticas. Y posiblemente así haya opinado el del comentario anterior, por lo cual fué suprimido.
    La mente es así. La alimentas y piensa.

    ResponderEliminar
  3. El juego del amor. Y sus protagonistas. Muy poético Cabopá.
    Un beso

    ResponderEliminar
  4. Que bonito Carmen, cuantos momentos así, he vivido, y los he vuelto a vivir leyéndote.Un beso.

    ResponderEliminar
  5. Una noche entre susurros, acompañados por la luz de la luna. Y al despertar un rico zumo de naranja....Ummmmmm!!!

    Besos desde el aire

    ResponderEliminar
  6. Me he sentido identificado con este relato.Las pequeñas alegrías cotidianas son,al fin y al cabo,las que llenan la vida.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  7. El ángel de la guarda vive en casa.
    Bonita historia.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
  8. He bebido del cáliz de tu zumo y me ha sentado de maravilla. Leerte ha sido un placer, ¡felicidades por estar aquí!.

    Besos Cabopá.

    ResponderEliminar
  9. La última frase "la despierta cada mañana" me hizo pensar en dos mujeres, aunque al principio dice "él duerme plácidamente". Hay un giro que no alcanzo a descubrir, o tal vez me esté acercando mucho al texto.

    ResponderEliminar
  10. Un delicioso despertar con notas de naranja y amor... Espero que fuese capaz también de escribir esos versos que aún flotaban en su cabeza al despertar, si uno se despista, desaparecen al levantar. Besos y felicidades

    ResponderEliminar
  11. leerte como siempre un placer y beber de ese zumo aun mas un abrazo

    ResponderEliminar
  12. Bonita manera de alimentarse mutuamente. Palabras y zumo de naranja.
    Gracias.

    ResponderEliminar
  13. Tierno y cotidiano, Cabopá. Y me siento a mí misma en tu texto.
    Un beso grande

    ResponderEliminar
  14. Una escena matinal muy tierna, y sobre todo muy visual.

    Besitos

    ResponderEliminar
  15. ¡¡Gracias a todos por vuestros comentarios, siempre tan agradables a la vista y a la lectura, gracias!!

    Besicos repartidos entre todos.

    ResponderEliminar

Pon un comentario. Nos gusta que nos leas pero también nos gusta saber que nos has leído.