La partida había llegado a su
momento álgido, y el forastero amasaba sus ganancias mientras los demás
jugadores amenazaban retirada. La siguiente jugada decidía. El joven recibió
dos ases y jugó fuerte. El resto le siguió. Confiado, lo apostó todo mientras
los viejos se felicitaban unos a otros.
Nose nada sobre las cartas siempre he pensado que juego de manos, es juego de villanos.
ResponderEliminarUn abrazo y hasta la proxima moda.
Ja,ja,...qué bueno. Tu mordaz forma de escribir siempre deja un saborcillo de venganza...Y es que la veterania es..., eso.
ResponderEliminarBesicos, joven.
Más sabe el diablo por viejo...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Siempre hay que jugar con la cabeza fría.
ResponderEliminarNunca me atrajo el juego, tal vez porque siempre hay que pasar por la etapa de novato, ¿no?
ResponderEliminarBueno, en toda actividad tenemos que ser novatos, es la ley de la vida.
Un abrazo.
HD
El novato supongo que tenía que pagar la novatada, te felicito jaja pero no como se felicitan ellos, ¿eh? que yo te felicito de otra manera, estos se están frotando las manos.
ResponderEliminarUn abrazo Nicolás,
El juego es el infierno de los deseperados.
ResponderEliminarY... tal vez gane, existe la suerte del novato ¿no?
ResponderEliminarBesitos