domingo, 20 de mayo de 2012

Reunión familiar



Aquella tarde, papá, regresó a la tumba entristecido. No dejó de dar vueltas, murmuraba palabras sin sentido además de pegar puñetazos furiosos contra las lápidas de la cripta.  Calmarlo era inútil, su mal humor no admitía ninguno de los argumentos que intentamos esgrimir, ni siquiera sirvió decirle que la silla eléctrica nos permitiría volver a ser una familia. Lo que más le molestaba era tener que soportar eternamente el olor a carne quemada de nuestra asesina.



10 comentarios:

  1. Elysa, es un relato simpático por ese final que propones. Me imagino que los muertos no tendrán la capacidad de disimular su olor ni con valiosas colonias ni nada que se le parezca.

    ¡Pobres!

    Bessets.

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  2. Electrizante tangazo.
    Tragedión.
    Bravo.

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  3. Elysa genial, me he imaginado la escena y me he encontrado al final igual de indecisa que el protagonista.
    Besos.

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  4. Genial Elysa. Profundamente dramático, al mismo tiempo que irónico.
    Un saludo!

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  5. Las reuniones familiares tienen sus cosas buenas y algunas malas...

    Besos desde el aire

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  6. Supongo que hasta en las tumbas, al reunirse la familia, siempre hay que soportar a ese personaje peculiar, que de otro modo evitarías.

    Un relato creo que lleno de ironía.
    Besos desde mi mar,

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  7. Me ha costado, Elysa, me ha costado. Por el título lo he pillado. Falta por llegar la madre que se les cargó. Me gusta, bruja.

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