lunes, 26 de marzo de 2012

Pause

Por fin quietas sus pupilas, cercadas por ese verde azulado indefinido, me miran sólo a mí.
Su boca ha quedado algo torcida, en un rictus casi cómico. La sorprendí en mitad de una frase...No importa. Su mirada, perfecta, sigue mis pasos sin un parpadeo.
Satisfecho, me dispongo a disfrutar del espectáculo cuando, sin querer, pulso el PLAY.
Inmediatamente ella gira la cabeza y acaba su frase.

6 comentarios:

  1. El poder del mando a distancia ya tiene su microrrelato!!
    Me gustó cuando lo leí la primera vez, ahora más aún.

    :-)

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  2. Muy divertido. Despierta a la imaginación...
    :)

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  3. Aunque todo induce a pensar en el último gesto, hay algo en el tono de las primeras frases que no induce a la pérdida. El final lo aclara. Me ha gustado el contraste.

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  4. Me gusta la forma en que narras el relato haciendo prtícipe al lector como si pudiera saborear el momento, ése en el que se es dueño de los recuerdos, aunque sea a través de los botones de una mando.

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  5. Hay que hacerle unos ajustes al robot, para que no se nos quede a medias; al igual que el limpia parabrisas del coche debe terminar su función.

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  6. Mantienes la tensión para despojarle del dramatismo que estabas dibujando al final. Me gustó.

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