domingo, 17 de julio de 2011

Ojos azules

Parecía perplejo, atónito, deslumbrado, cuando nuestras miradas se cruzaron y encontraron en esa tibia tarde de primavera. Valían la pena esos ojos, azules y seductores como pocos, que me recorrían de arriba abajo, dominándome.  No podía  avanzar.  Como momificada, esperaba. Daba la impresión que ninguno de los dos sabría qué hacer cuando la recíproca y envolvente mirada terminase. Ya me había dicho Clara, que era atento, servicial y cariñoso y además, para rematar, complaciente. Sin embargo, inmediatamente recordé que también me dijo, que era un poco testarudo, algo orgulloso y bastante independiente. No me preocuparon las opiniones. El feed-back entre los dos permaneció indemne, en los escasos segundos que duró. Debo haber parecido una tonta enamorada, al punto que,  no fui capaz de escuchar a la empleada que me decía:" Pase, pase por favor señorita, es un Husky siberiano, no le va a hacer nada, es bueno. . ."

6 comentarios:

  1. Y yo pensando que habías encontrado el amor de un hombre. Jaja, era el amor de un hermoso Husky y de sus preciosos ojos.

    Besos desde el aire

    ResponderEliminar
  2. Me gusta como mantienes el engaño hasta el final.

    ResponderEliminar
  3. Caímos.
    Bien logrado y con un protagonista de primera, el perro.
    Gran modelo de la nobleza, la auténtica sonrisa y la mejor compañía.
    En una casa pueden pelearse entre seres queridos.
    Pero nadie riñe con el perro.

    ResponderEliminar
  4. no me extraña nada el final, aunque si me ha sorprendido gratamente !!!!yo tuve una magia parecida mirando. viendo, observando a un perro con esa mirada que bien describes...no sabia su raza..pero me fascinó, has conseguido un relato de cinco estrellas, txapeldun, felicitaciones!!!!! es bueno, bueno, buenísimo!!!! saludos de Begoña

    ResponderEliminar
  5. Gracias, compañeros, la verdad es que más allá de la ficción, comparto con Carlos el concepto sobre este animal tan caro al hombre. Y a Rosa le digo, que no conocí nunca un hombre con ojos azules y compartiendo con Abedul, sí, a un siberiano que despertó en mi la magia, que hoy recordé. Abrazos compañeros.

    ResponderEliminar
  6. Qué bueno, esos ojos azules han tenido-y tienen-el poder de engatusar a cualquiera.

    Abrazos

    ResponderEliminar

Pon un comentario. Nos gusta que nos leas pero también nos gusta saber que nos has leído.