viernes, 15 de julio de 2011

Preguntas.


























-Disculpe, ¿Puedo hacerle una pregunta?
-Obviamente sí. Ya lo está usted haciendo.
-¡Oh!…, sí, sí, claro, usted perdone. ¡Ejem!, Entonces… ¿cómo se gana usted la vida?
-¿Ganarme la vida?... no sé a qué se refiere. La vida me la gané cuando me nacieron sin preguntarme.
-Hmmm... Creo que no me ha entendido, déjeme preguntárselo de otra manera. ¿A qué se dedica?
-A vivir.
-Ah, ya, claro, pero… ¿Qué hace, es decir, en qué invierte su tiempo?
-No le entiendo. El tiempo no se invierte, caballero. Siempre es hacia adelante.
-¿Qué?... ah, bueno, sí… quiero decir, ¿Qué hace para,… en fin, qué hace?
-Dejo que la vida viva a través de mí. 
-….Oiga, no responde usted a mis preguntas.
-Tal vez no haga usted las preguntas adecuadas.
-¿Ah, no?
-En realidad, ni siquiera parece usted tener sus propias respuestas. Así no encontrará nunca las preguntas.
-¡Es usted un impertinente!
-…Gracias, caballero. Ahorita, si me permite, tengo que seguir atardeciendo con el día.
 

14 comentarios:

  1. Ustedes sabrán disculpar mis ausencias y mi vuelta a destiempo. Estoy intentando retomar los buenos hábitos de antes de la revolución...

    Besos payasos.

    ResponderEliminar
  2. Esos metomentodo insatisfechos que se frustran y rebelan cuando no consiguen desangrar a sus presas.

    ResponderEliminar
  3. Eso pasa por impertinente.
    Muy buenas respuestas. Me gustó.

    Saludos desde el aire

    ResponderEliminar
  4. Muy bueno. ¿Qué pasa si las respuestas no se amoldan a nuestras preguntas? Como tú dices, que no hacemos las preguntas adecuadas.
    Estupendo diálogo. Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. Por Dioss, no se me ocurrirá hacerle una entrevista de trabajo a ese tipo, aunque lleve toda la razón del mundo.

    ResponderEliminar
  6. Me identifico absolutamente con el prota.
    Genial.

    ResponderEliminar
  7. Así se llega uno a topar con extraños preguntones, a quienes no tiene uno porqué ser sometido a interrogatorios.
    Un microdiálogo que me ha tocado vivir en muchas calles es:

    ---Oiga¿me permite un minuto?---

    ---NO.--

    ResponderEliminar
  8. Me quedo con:
    Si me permite, tengo que seguir atardeciendo con el día.
    Mar Horno.

    ResponderEliminar
  9. Es un relato muy de Benedetti, a mí me lo ha recordado, y sólo por eso te felicito. Después indicar que tras esas preguntas y esas respuestas hay muchas dobles intenciones interesantes.

    Me ha gustado, un saludo.

    ResponderEliminar
  10. Creativo y revolucionario. Aunque acabo de conocerte, gracias por volver y continuar compartiendo.

    ResponderEliminar
  11. Gracias a todastodos por venir. Semejante acogida no puede sino emocionarme.

    Besos sin preguntas.

    ResponderEliminar
  12. Muy bueno...

    Te felicíto.

    Gracias.

    ResponderEliminar

Pon un comentario. Nos gusta que nos leas pero también nos gusta saber que nos has leído.