POR OBRA Y GRACIA DEL DESERTOR
-Si tu marido partió a combatir y en esta casa no ha entrado más varón desde hace más de un año, al final vas a conseguir que crea en el Espíritu Santo decía la madre a la hija al ver crecer su vientre con el paso de los meses.
-En Él o en el fantasma que veo a veces, cuando me levanto a beber, justo delante de tu puerta. Así que cínchate bien, que no se te note, que aquí nadie cree en los fantasmas y desde hace algún tiempo, tampoco en los milagros.
Un placer participar aquí.
Oh, oh. Problemón a la vista!!!
ResponderEliminarsaludos desde el aire
¡Muy bueno! como todo lo tuyo Paloma, desconcertante, la hija y la madre. Bs.
ResponderEliminarMe has hecho sonreír con este simpatiquísimo relato!
ResponderEliminarEl placer es nuestro, Paloma
Un abrazo
Me encantó, Paloma! qué contrapunto de madre e hija!
ResponderEliminarMuchas gracias!! Abrazos
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