Llegó hace un año, obligado por la necesidad, pero todavía añora los olores y sabores que quedaron atrás. Sólo chapurrea el nuevo idioma, y ni se acostumbra al clima, ni a la comida, y mucho menos a las miradas despectivas recibidas por ser extranjero.
Ahora, junto a sus compañeras inseparables, tristeza y pena, cuenta las horas que faltan para acudir el domingo a ese bar que es su segunda casa. Allí cuando el tocadiscos reproduce esos acordes que consiguen erizarle el vello, y a pesar del nudo en la garganta, tararea emocionado el pasodoble: “Quiso Dios, con su poder…”
En 99 palabras

Muy duro estar fuera de casa.
ResponderEliminarBuen micro en 99 palabras.
Saludos desde el aire.
A los de dentro de ahora nos vienv bien recordar que también tuvimos que estar fuera con parecidad suerte.
ResponderEliminarMe gustó tu micro.
Un abrazo.
Rosa los que lo han vivido saben lo duro que puede ser.
ResponderEliminarBicefalepena la memoria es selectiva y esa parte parece qeu se ha olvidado.
Gracias por vuestros comentarios.
Saludos
Buen final, que da la vuelta y el sentido a la historia. Un beso, Miguel.
ResponderEliminarPrecioso.
ResponderEliminarMuy bueno.
ResponderEliminarqué situación tan difícil...
ResponderEliminarun saludo!
Qué soledad y qué desamparo.
ResponderEliminarIba a decir algo pero secundo lo dicho por Bicefa.
ResponderEliminarEstán tan locos los gobiernos que todos llevamos un extranjero dentro.
ResponderEliminarSaludos!
Muchas gracias a todos por vuestras palabras. Como ya he dicho antes nunca debemos olvidar nuestro pasado.
ResponderEliminarSaludos para todos
kaunis kuva ja tarina . ihana tanssi pasodoble.monella ihmisellä toinen koti , ei tarvitse olla yksinäinen.. hyvä novelli
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