lunes, 2 de mayo de 2011
La Cazadora
Era un aroma extraño, no era perfume ni colonia, no era jabón ni crema, ni siquiera era champú; era un olor dulce, muy dulce, sin llegar a ser empalagoso. Lucas, inquieto, buscaba a su alrededor la fuente de aquella fragancia perturbadora, imaginó que así debería oler la ambrosía, se movió con rapidez entre la gente, sin entender por qué nadie más lo acompañaba en su búsqueda, y al cruzar por una esquina encontró que su nariz sentía el aroma con mayor intensidad, se estaba acercando al ser que olía tan deliciosamente; sí, ahora sabía que aquel olor no podría provenir de una comida, ni siquiera de la de los dioses, provendría de un ángel tal vez, seguro, tenía que ser un ángel. En el momento en que la vio, entre el tumulto, Lucas palideció, se sintió mareado, sólo la veía de perfil y, aunque no tenía alas, sabía que ella era su ángel; se encontraba a escasos cuatro metros, y las piernas le temblaban mientras seguía, valiente, sorteando gente en su camino rumbo al ser más hermoso que jamás imaginó. Su mirada estaba encallada en el rostro de la aromática mujer mientras ésta, quieta, parecía esperar a alguien; el corazón de Lucas empezó a palpitar con extraordinaria rapidez cuando, apenas a metro y medio de su angelical dama, vio que ella giraba su rostro hacia él. Y fue así cómo, cuando su mirada fija se encontró con la de ella, sintió que su alma lo abandonaba, sin pedirle permiso, sin pedirle perdón, salió a través de su mirada y fue a buscar, como imantada, a su nueva dueña, quien habiendo encontrado lo que esperaba, giró sobre sí misma y desapareció entre la muchedumbre.
Apenas me entero, por eso lo publiqué tan tarde.
ResponderEliminarUf!...Gracias.
ResponderEliminarNo todos los ángeles son de fiar...
ResponderEliminarUn abrazo!
Magnífico. Pleno de fondo. Como ver sólo lo externo del glaciar.
ResponderEliminarle hubiese venido bien tener la nariz tapada.
ResponderEliminarMuy buen micro.
Saludos.
¿Puede alguien enamorarse a través de un aroma?...
ResponderEliminarSí, CATEGÓRICO.
precioso enamorarse y precioso hacerlo de un modo tan tierno!
ResponderEliminarEl aroma de un amor que embriaga los sentidos hasta el extremo de perder el alma, ¡sublime! Un abrazo, David.
ResponderEliminarLos olores se convierten en perfumes en ocasiones... y tú David, has logrado transformarlos en perfumes y que seamos capaces de sentir esa forma de materializar un sentimiento.
ResponderEliminarPerfecto.
Saludos!!
Buen micro relato, muy interesante, saludos
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