Quién le pone el cascabel al gato, de Ignacio Noé |
Andaban los ratones discutiendo quién le ponía el cascabel al gato cuando se ofreció voluntaria una ratona letrada y marisabidilla. Ocultando tras de sí la esquila, se acercó al gato y, ante el estupor de éste, comenzó a narrarle la historia de aquella muchacha, de nombre Sherezade, que casó con un rey despechado. El nerviosismo inicial de la ratona se fue disipando al observar la sonrisa del minino, que esperaba a que ella, al llegar al momento culminante de su narración, paladeara el triunfo.
—Lástima que la diversión previa a la cena no exija siempre tan poco esfuerzo por mi parte —piensa mientras la sorprende con un zarpazo y la engulle de un bocado.
Gato listo...y con hambre.
ResponderEliminarMe gusta!!
Saludos
la vids suele imitar a la literatura, aunque no todas las veces.
ResponderEliminarEl placer de leerte, siempre.
Un beso grande.
Me encanta esa clase de fábulas y ésta es excelente.
ResponderEliminarLos gatos son así!
ResponderEliminarMe encantan!
Abrazos!!
Moraleja: a veces los que más saben no son los más inteligentes.
ResponderEliminar¡Gato maula!
Un abrazo, Elisa
NO SABÍA PERO TAMBIÉN CULTIVO EL MICRORRELATO.
ResponderEliminarhttp://basurerousurero.blogspot.com/2011/02/fabula-ratopolis.html
Jajaja, un buen giro final hacia el humor negro. Me gustó.
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