Fotografía de Denis Cintra |
La bailarina danza sobre la red. Avanza en puntas, salta sobre un pie, se inclina y se endereza, sonríe, hace aletear sus brazos, los arquea, eleva una pierna en ángulo, la flexiona, gira y gira. Los elásticos hilos de seda van envolviendo su cuerpo grácil en una imperceptible prisión que la ciñe cada vez más estrechamente. Entre bambalinas, la araña gris del tiempo segrega sus jugos.
Pativanesca
Pativanesca
Muy angustioso te ha quedado este micro sobre el tiempo y la imposibilidad de huida. Muy gráfico también.
ResponderEliminarSaludos.
Sin escapatoria posible, la pobre, mires por donde lo mires.
ResponderEliminarTerrble. más si pensamos que esa araña gris no es propiedad exclusiva de tu bailarina.
ResponderEliminarQue todo esfuerzo terminará, inexorablemente, en recuerdo.
Bravo, Elisa!!!
Opresiva historia de la bailarina-marioneta. Delicado y agobiante a la vez. Muy logrado.
ResponderEliminarImposibilidad de huida, Caboclo, Luisa, y mejor plantarle cara que engañarse.
ResponderEliminarY claro, Pati, la bailarina somos todos.
Gracias, Sibreve, por lo de delicado.
Abrazos a los cuatro.
Impecable muestra del karma que es el mismo existir.
ResponderEliminarMuy bonito Elisa, esa mezcla de la belleza de la bailarina que se va quedando enredada en la red del tiempo que le va impidiendo moverse cada vez más... Como a todos.
ResponderEliminarPues sí, Carlos, la vida misma.
ResponderEliminarPuri, como a todos, por más que nos debatamos.
Besos a los dos, gracias por comentar.
Muy buen relato, con un dejo de misterio y belleza.
ResponderEliminar