Decían de mi madre, que parecía la hermana de sus hijas. Su piel era fina, muy seca y bonita y nunca tuvo acné. Con los años, la piel se le arrugó en muchos pliegues muy finos que le daban aspecto de manzana olvidada en un frutero durante muchos días. Mi hermana tiene la misma piel que mi madre y yo la misma que mi hermana. Tampoco tuvimos acné. Sé lo que me espera.
Lo que te espera no está mal no Lola?
ResponderEliminarMe encantó la forma en la que asemejas la piel con la manzana olvidada... increíble detalle.
Un abrazo!!
¡Qué tierno y bonito texto, Lola!Un abrazo
ResponderEliminar¡Qué tierno y bonito texto, Lola!Un abrazo
ResponderEliminarCuando la vida nos pone la piel del rostro como axila de elefante es el momento de destacar por valores menos superficiales.
ResponderEliminarFelicidades con retraso, Lola.
ResponderEliminarUn cuento hermoso, el tiempo se lleva parte de la belleza,aunque alguien dijo eso de la arruga es bella, y es cierto, pues las arrugas son las marcas de la vida, y ¿hay algo más bello que la vida?
Sobretodo espero que a la protagonista no le dé por el botox...
Precioso, bonito homenaje maternal. Por cierto...Felicidades con retraso!!!! Un beso
ResponderEliminarTe espera la vida dejando huellas en el rostro. Saberlo, no es poca cosa.
ResponderEliminarUn beso.
¡Viva las manzanas! La arruga es bella como el mar lleno de olas.
ResponderEliminarSucede, Millz, Carlos, Puri, Maite, Luisa, Manuel, gracias por estar ahí, con vuestros comentarios.
ResponderEliminarBesos a repartir.
Sigue siendo una dulce condena ;)
ResponderEliminarLe gustó mucho Lola.
Besito