miércoles, 9 de febrero de 2011

Papeles invertidos

Tras una exitosa trilogía, el protagonista decidió rebelarse frente a su creadora. Estaba hastiado de tener sólo sexo con su mujer, y poco, mientras que los villanos se hartaban de seducir capítulo tras capítulo.

El órdago fue claro: o en el próximo libro tenía mayor libertad sexual o se dejaba asesinar a las primeras de cambio.

Un año después se publicó la nueva entrega, pero inexplicablemente el protagonista se suicidaba en las primeras páginas, superado por las nuevas exigencias de la trama.

Si ya era malo lo de la fidelidad, peor era que se dudara de sus inclinaciones sexuales.

En 99 palabras

5 comentarios:

  1. Pues sí, algo bueno tiene que tener ser Dios en nuestros escritos, con el poder de la vida, de la muerte y de todo lo que ocurra en nuestros mundos de papel.

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  2. excelente Miguel!!!!!!! siempre hay algo peor, siempre.Y algunas tramas matan de entrada!

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  3. Estoy con Astistaligth al ciento por ciento. Lo que nos faltaba, un protagonista protestón.

    Muy bueno.

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  4. jajaja me ha encantado ese suicidio final; ¿o inicial?

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  5. Divertido Miguel. Eres genial.
    Bicos.

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