Acariciaba las cuerdas de la guitarra como si acariciara a una mujer, y de su garganta salía un “Killing Me Softly” quebrado y roto, como si su voz tuviera 60 años. Y sólo tenía 22. A sus pies, bocabajo, el bombín negro que le regaló su abuelo, y sobre él un cartel que decía: “No quiero dinero, sólo quiero que me escuchen”.
Marialuisa
Si, es lo que único que queremos: que nos escuchen, que nos lean, que nos miren,...
ResponderEliminarPara alimentar el alma.
Ufff... pinta mal, quién se detiene a leer esos carteles de la gente que se sienta en la calle con un bombín, una lata o una mano...al pobre ni lo escucharan, ni lo leerán, quizás se vaya con unas monedas en el bolso.
ResponderEliminarMe gustó leerte.
Muy bueno!!!
ResponderEliminarLa realidad es dura y cuando viene siendo dura desde lejos ... no es extraño que se quiebre la voz.
Un abrazo
Las calles están plagadas de verdaderos talentos jamás tendrán ocasión de demostrar, la oportunidad que la suerte les quiera dar. Demasiados sombreros desatendidos confundidos en el bullicio.
ResponderEliminar¡Más real que la vida!
WOW, profundo. Me ha encantado.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte,
Andri
bello y muy tierno!!!
ResponderEliminarMe he sentido identificada con tu joven cantante, me ha parecido muy bello tu relato :)
ResponderEliminarMuchas gracias a todos!!!!!
ResponderEliminarAsí es. Se dan todas las variantes.
ResponderEliminarEntre profesionales llegué a conocer otros que decían : Mejor págame más y quítame el crédito.
Es complicado vivir del arte.
No basta el talento, hay que tener un cúmulo de sapiencia.
No suelo hacer referencias a mi propio blog, pero este microrelato me ha servido de inspiración, para escribir una pequeñísima historia que culmina en una excepcional música.
ResponderEliminarhttp://superehore.blogspot.com/2011/02/trio-de-ases.html
(Espero que guste)
Un saludo a todos!
Que nos escuchen es bueno, auqnue a veces no sepamos quiene s.
ResponderEliminarUna de mis canciones favoritas cantada por un niño que pide que le escuchen... ¡emocionante!.
ResponderEliminarUn beso marialuisa.