jueves, 3 de febrero de 2011

A la caza.

Subidos en jirafas, nos dirigimos a la búsqueda y caza de los pájaros gigantes. Estos animales, días atrás, arrasaron nuestro poblado. Tres lunas sin apenas descansar y por fin uno de los soldados alerta al resto. En tierra, carbonizado, está el ejemplar más grande que ninguno haya visto. Algo le atacaría mientras volaba, digo, y al caer se provocó una profunda herida. Entramos por ella y con enorme pena descubrimos, dentro del estómago de la bestia, a otros, recién devorados.

7 comentarios:

  1. No hay que confiar en que toda bestia sea vegetariana.

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  2. No sé por qué me da con pensar en aviones fuera del tiempo sobre una civilización extraña al leerlo. Un abrazo.

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  3. Me gusta el ambiente que deja en las entendederas.

    Abrazos, maestro.

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  4. Desborde de imaginación, me ha encantado Torcuato!!!

    Un abrazo.

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  5. Me gustó el comentario de carlos de la parra y lo comparto.

    Un abrazo, Torcuato,

    Yo

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  6. Siempre me ha resultado curiosa la explicación "lógica" que damos a las cosas que no conocemos. Ellos interpretan el avión, nosotros las civilizaciones antiguas desaparecidas por objetos que a saber para qué utilizaban
    Saludillos

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  7. Este micro me ha parecido genial siempre... :)

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