miércoles, 2 de febrero de 2011

Vidas cruzadas

Dejé el personaje de mi último cuento a punto de salir de casa. No fue fácil enseñarle mi rutina y mucho menos mis manías. Proceso arduo y complicado pero ya está listo para dar el paso. Ahí fuera le espera un trabajo de más de diez horas en una oficina y de regreso, una mujer y dos hijas de cuatro y seis años, rebosantes de energía y ganas de jugar sin tregua alguna. Y lo peor ahora es que a mí me toca pelear con monstruos y villanos carentes de piedad. A mí que lo único que sé manejar es el teclado de mi ordenador.

7 comentarios:

  1. Bravísimo!!!
    (Dios no permite que yo me encuentre en estas dificultades)

    Un abrazo

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  2. El escritor eligió erigirse en protagonista y ahora se queja, qué morro.
    Hay que se un poquito consecuente, ¿o no?
    Si el personaje aprendió a ir a trabajar, ahora que él aprenda a pelearse con los villanos.

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  3. Pobre escritor-superhéroe :)

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  4. Me encanta el intercambio!!! Personajes que salen y escritores que entran :-)
    SAludillos

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  5. ah pero este es buenísimo!!! a veces lidiar con palabras es trabajo tan hostil como pelar con villanos!

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  6. Yo no tengo ese problema, soy tan mala jugando a los videojuegos que siempre me matan en el primer minuto...después de conocerme nadie me pide ayuda para jugar :)

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  7. Muy bueno el giro Indio.

    Y es verdad lidirar con la spalabras puede serm ás terrible que con los villanos.

    Un saludo

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