En Primaria, tuve un compañero al que nadie quería. Era un niño triste que evitaba el contacto con los demás y pasaba los recreos en un rincón del patio de la escuela. Faltaba mucho a clase porque sufría continuos accidentes y cuando volvía, la maestra repetía para él las lecciones que habíamos dado. Un día, al explicarle el nombre abstracto, le puso como ejemplo el amor de los padres hacia los hijos; luego le preguntó si había comprendido lo que era un nombre abstracto. Él, sin levantar la cabeza, la movió de arriba abajo y contestó: “Una mentira”.
Lamentablemente hay niños que saben muchas/demasiadas cosas dolorosas, demasiado pronto.
ResponderEliminarLo veía venir pero no por eso ha sido menos doloroso.
ResponderEliminarSaludillos tristes
Así es, niños sin infancia.
ResponderEliminarGracias por comentarlo, Luisa y Puck.
Abrazos a pares.
clap clap clap! crónica del desamparo
ResponderEliminarCruel y real como la realidad misma.Si supieras Lola que la situación existe más de lo que uno cree. Muy bueno tu micro.Un abrazo.
ResponderEliminarLos padres a veces nos equivocamos, éso es innegable. Pero la mayoría tratamos de enseñar a nuestros hijos cómo sobrevivir en este mundo, unos mejor, otros peor pero lo intentamos. Aunque a veces haya tristes historias como la que nos cuentas. Me dió tristeza el compañero Victor.
ResponderEliminarLola es precioso, lo has contado con sencillez y magistralidad. Estremecedor. De libro.
ResponderEliminarBesos,
Rocío
Sandra, Millz, Artistalight, Rocío, gracias por dejar vuestros comentarios. Este es un relato antiguo que leyó en su día Millás en La Ventana de la Ser. Me alegro de que os haya gustado.
ResponderEliminarBesos y abrazos a repartir.
Es un nítido retrato de la traumática que al tiempo produce personalidades tan extremas que a muchos les es difícil comprender.
ResponderEliminarEl comenzar a tener problemas emocionales desde la niñez es el sino de los perdidos y los genios y un buen desfile de neuróticos.
En casi toda biografía bien documentada encontramos al personaje mater terribilis o pater terribilis como productor de éstas luchas de por vida que luego surgen para compensar éstas carencias emocionales.
Algunos resultan por resultado de éstas tan bien compensados que quizás deberían agradecer el dolor recibido.
Super micro. Bravo.
Perdón por lo de resultan por resultado.Así ocurre cuando escribe uno sin revisar ni haber tomado el primer café estabilizador de cerebro.
ResponderEliminarLola.
ResponderEliminarMicro explosivo para los corazones con sensibilidad.
Un beso.
Buen análisis de infancias torturadas, Carlos.
ResponderEliminarGracias, Tor.
Besos volados para ambos.