Entramos al basurero y entre los escombros, tirado en un rústico colchón, lo encontramos acurrucado. Con sus ojos sonrientes y estrellados no paraba de darnos las gracias y nos decía que hay que ser positivos; y qué si no podía tener casa, ni pasear en un coche, ni hogar estable, ni podía tener hijos, ni casarse, ni formar una familia, ni dormir cómodo de noche, …ni mascar un "happy catch" de colores; pero a él eso ya no le importaba, y casi cantando, al soltarle la soga que lo apretaba, terminó diciéndonos lo bueno que sería al menos tener la pancita llena, no sentir dolor ni frío y de vez en cuando sentir alguna que otra cosquillita en la barriga…
Muy bonito y positivo éste relato de esperanza, en éstos tiempos que vienen anunciando un nuevo aliento fresco para que renazca la humanidad; ésto plenamente presagiado por el rescate de los mineros de Chile; pero donde nos hemos quedado de una pieza 99 de cada cien de tus lectores, es no saber que es un polipropileno de plástico.
ResponderEliminarQuise decir polipropileno de colores, es que se me trabalenguó con poliuretano. El día que se agote la producción de alimentos la ciencia habrá descubierto el alimento nutritivo totalmente elaborado con material plástico. Quizás la especie humana ya no exista como tal pero será reemplazada por robots eternos que seguirán reparándose unos a otros .
ResponderEliminarNi yo mismo sé porqué tu cuento me causó refleccionar todo ésto.
No sé que sea...pero se me hizo bonito :) es un relato que no sabe a donde llevar al corazón, a la tristeza de la muerte o a la liberación... excelente :)
ResponderEliminarsabía que la palabrita vendría ser un dilema, ja-ja-ja. Eso es un hueso plástico, pero no quise mencionar la plabra hueso tan temprano..así que la voy a sustituir tal vez por "un happy catch"de colores...Gracias amigos...un abrazo
ResponderEliminarHéctor, es encantador el cuentito... "con sus ojos sonrientes y estrellados no paraba de darnos las gracias" esa frase me encanta.
ResponderEliminarEl título duele
Un abrazo
No recibir ni eso tan siquiera. ¿En qué mundo de contrastes tan estúpidos vivimos?
ResponderEliminarLo podemos tener al lado y mirar para otro lado girar la cabeza, y leerlo en un periódico y pensar: Cómo no se ha dado cuenta nadie de lo que estaba pasando...
Esto es absurdo.
Un abrazo
Cuando veo a alguien así siempre me pregunto el porqué de su cara de felicidad.
ResponderEliminar¿No estaremos nosotros equivocados?
Un biquiño y preciosa entrada Hector.
Buena atrapada,Carmela. Los más sencillos andan dos pasos adelante en algunos aspectos. Por algo sonríen.
ResponderEliminarUna preciosidad de cuento.
ResponderEliminarUn abrazo perruno Hector.
Gracias, mi gente.
ResponderEliminarPerra vida...
ResponderEliminar:( pobre propileno, el relato es hermoso..simplemente hermoso.
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