sábado, 16 de octubre de 2010

BITÁCORA DE VIAJE.

Cuando iba en su avioneta sobrevolando el triángulo de las Bermudas se sintió atrapado por aquel extraño remolino que lo elevaba en espiral con la velocidad siempre en aumento. Vió como está fuerza arrancó las alas desintegrándolas y prosiguió dentro de su fuselaje ascendiendo en giros de tirabuzón hasta que se detuvo estático en una zona carente de gravedad donde podía uno caminar sobre el vacío. Así que a caminar se puso, con tan buena intuición de rumbo que llegó a un festejo vivaz y desatado a donde una enorme cantidad de Dioses y Diosas bailában como sólo ellos sabían hacerlo. La champaña caía de una cascada y niguna copa duraba vacía. Ya integrado a ésta felicidad paradisiaca una ángela de hermosura mesmerizante lo llevó al vuelo de amor que rebasaba toda fantasía. Y después, recostados sobre una nube, el piloto le contó todo lo que sucedía en la tierra, ella embelesada por lo que escuchaba le dijo. Deberías quedarte por aquí. De seguro que triunfabas escribiendo relatos de terror.

6 comentarios:

  1. Me suena eso de reporteros que se convierten en escritores de ficción.
    No creo que tuviera en el paraíso mucho público los relatos de terror.

    Buena imagen del paraíso, para mi gusto un poco decadente, pero ¡qué narices!, es el paraíso.

    Un abrazo

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  2. A algunos de los que se perdieron en aquél Triángulo es de esperar que les pasara algo así.
    Yo ya que estoy ahí procuraría olvidarme de la Tierra y sus terrícolas terroríficos!
    Un abrazo

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  3. Pues si en ese paraiso leen novelas de terror para variar la rutina, en lo que sería infierno se leería lírica...o sea que podrías invertir el micro y ya serían dos...un abrazo

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  4. Si es verdad Bice que éste paraíso pudiése ser decadente, de hecho lo son casi todos. Si te ha llegado a tocar vivir en alguno de los que existen en éste planeta, llegas a notar que muchos ahí, y en ocasiones uno mismo llegan a vivir algo que podemos llamar "síndrome del infierno en el paraíso". Y ésto demuestra más que el paraíso surge de nuestro interior y es nuestra propia invención. Somos tan capaces de lograrlo como de escribir un relato o pintar un cuadro.

    Anita , la tierra debemos componerla. Es muy buen lugar a pesar de todo y es donde nos tocó estar a todos. Si nos unimos al esfuerzo del pensamiento positivo vendrán las mejoras.

    Héctor dices bien, más no creo en el infierno, Dios no inventó éso sino las religiones . Como medio de coaccionar a sus seguidores. En todo caso el infierno real es el que produce la maldad humana, y debemos substraernos de la misma tal como establece la teoría del pensamiento positivo; el cual te agradezco que me enviaras y estoy estudiando.

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  5. Absolutamente razono igual con lo que dices,eso del infierno es una falacia, una de las grandes mentiras de la tradición y de la religión; pero me refiero al sentido literario de la palabra, en lo metáforico, ya que lo opuesto a paraíso se ha establecido como infierno. Y también en sentido literario, el infierno y el paraiso se parecen; la única diferencia sería que en el paraíso la gente se ayuda mutuamente, o sea hay amor, pero en el infierno también lleno (literariamente hablando) de cosas bonitas, flores y placeres, no existe la cooperación o lo generoso. Interesante tema. Yo tampoco creo en infiernos ni paraisos. Abrazos

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  6. Genial Carlos. Nos vuelves a embelesar con tus particulares creaciones.
    Quizá tenga razón Bicefa. El público de ese paraíso no sería el más adecuado para esos mensajes.
    Un abrazo.

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