En el bar que frecuentaba con sus amistades, entre risas y buena conversación, el joven científico se levantó a pedir otra cerveza.
Mientras esperaba que la guapa camarera le atendiera, se quedó pensando en los resultados de las últimas investigaciones sobre la vida en los planetas de la lejana constelación de Pyxis.
Habrá vida en otros mundos, eso está claro -se dijo- pero ¿habrá vidilla?
Creo que tenía puesto el telescopio al revés y es posible que no se estrelle con esa forma de pensar.
ResponderEliminar¡Qué jodío el científico! (con perdón)
... pero tú crees que la habrá... ¿no?
Uno no se imagina a un científico tomándose unas cervezas en un bar de guapas camareras, verdad? pues ellos también buscan vidilla, ja ja
ResponderEliminarComo buen científico era indispensable que tuviese tanto ésta interrogante como, ¿Habrá sexo después de la muerte?
ResponderEliminarPues que nos lo diga cuando lo sepa :)
ResponderEliminarJajajaja, este científico no era el estereotipo que tenemos creado, le gustaba la juerguita. Me ha gustado y me ha hecho sonreir. Un fuerte abrazo.
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