Podía sentir el mundo verdadero tras la verja. La otra dimensión cobraba vida en la punta de sus dedos. A través del roce de la lengua de una mariposa, descubrió que allí había más colores, olores y sabores de los que le fue permitido conocer. Había mucho más. Y la vibración del agua al soplar del viento, le susurraba esa verdad tan estremecedoramente, que le hacía desabrocharse el cuello de su blusa. No lo dudó más. Su pensamiento miró profundamente a los ojos de obsidiana rogándoles que cumplieran su sueño.
Y así fue como encontraron a Evelyn una noche de luna, agarrada a la verja del estanque que separaba su casa del camino, las ropas deshechas y en el rostro, el mismo gesto de felicidad del idiota del bosque.
Y así fue como encontraron a Evelyn una noche de luna, agarrada a la verja del estanque que separaba su casa del camino, las ropas deshechas y en el rostro, el mismo gesto de felicidad del idiota del bosque.
Claudia Sánchez
Bello y sugerente Claudia, presiento un buen destino para Evelyn.
ResponderEliminarUn abrazo
Buen relato de Evelyn en el país de las hormonas.
ResponderEliminarPura fantasía decorada con la noche y la luna, escenarios sin duda ideales para desarrollar este relato. Un abrazo, Claudia.
ResponderEliminarMe transmite conocimiento de la verdad oculta.
ResponderEliminarNo pillo muy bien lo del idiota del bosque.
Un beso.
Gracias por sus comentarios amigos! Esta es una adaptación de un pasaje de "Mas que humano" de Sturgeon. Allí, Evelyn vive encerrada en su palacio, ajena a los placeres mundanos. Y también hay un idiota que vive en el bosque lindero, con quien establece una relación sobrenatural especial. El libro es muy recomendable.
ResponderEliminarSaludos!