Este dedito, anhelaba libertad y se escapó; este dedito, le ayudó; este otro, lloró lágrimas de sangre; este, se perdió; el otro, solitario, se puso morado, estaba un poco triste. Finalmente el doctor, le explicó a Juanito que los dedos, después de pisar minas, no crecen de nuevo.
Juan Vásquez
Anita Dinamita, gracias por sacarme de un leve bloqueo y ayudar a este cuento.
ResponderEliminar¡Qué tristeza!
ResponderEliminarPese a la desolación, qué bueno es salir de un bloqueo.
Leo un relato acerca de un doctor siendo innecesariamente cruel con el niño, supongo que como elemento de fuerza al remate sorpresa.
ResponderEliminarAun siendo cuento tiene un retrato tan realista que me inclina a pensar que debió haberle otorgado aunque sea una esperanza ortopédica.
Pero si te sacó del bloqueo es reafirmativo para seguir produciendo. Bien.
Esperaba un cuento fantástico, sin embargo desemboca en un realismo crudo. Sorprende y angustia. Has sorteado tu bloqueo con éxito Juan
ResponderEliminarWow, que golpe duro al final...y uno esperaba una esperanza; pero la realidad por más cruel que sea es la realidad. Un abrazo, Juan.
ResponderEliminarYa opiné en tu blog y me reitero en lo que dije allí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Puf, que duro.
ResponderEliminarQue no estoy yo para estos micros, que me salen lágrimas.
Un biquiño y genial.
Juanito seguro que ya sabe lo duras que son las minas y quien las pone, y quien las manda poner, y quien las fabrica, y quien no las limpia, y las guerras...
ResponderEliminarEl mensaje no es duro, ni siquiera el doctor que lo cuenta, ni el autor que tan bien lo relata.
Lo duro es que pase y que siga pasando.
Me ha gustado Juan, un saludo
Gracias a todos por sus comentarios, les cuento que para mi también fue duro escribirlo y más sentir que tengo la capacidad y posibilidad de pensar, ver y escuchar ese tipo de cosas, ¿se alcanzan ustedes a imaginar que este relato no tuviera ninguna relación con la realidad y que por el contrario fuese un cuento de ficción (absoluta)?
ResponderEliminarEse sería otro cuento
Gracias Juan, mi relato era tuyo y de todos, una vez escrito ya se sabe. Y sin duda lo que has escrito es una maravilla, dura, impactante, de las que hacen sentir.
ResponderEliminarEsta visto que los deditos no tienen mucha suerte últimamente :)
Un abrazo conmovido
Muy fuerte, Juan, pero no por ello tenemos que volver la cara, tú has hecho una denuncia muy bien escrita. Un abrazo.
ResponderEliminarAnita, muchas gracias en serio tu comentario me tranquiliza un poco.
ResponderEliminarMaite, toda la razón muchas gracias por tu comentario