El domingo en que el hombre inventó el fútbol, Zeus se había largado del Olimpo disfrazado de gallina para ver si se tiraba a un musa esquiva. Por eso el lunes al enterarse, pilló un rebote de mil demonios y corroído por la envidia ante aquel invento divino creado por simples humanos, decidió contraatacar inventando al árbitro y los jueces de línea, al presidente y los directivos, al intermediario, al manager, a los forofos, a los comentaristas y como no, a la prensa deportiva. Tan grande fue el esfuerzo, que el buen dios se quedó adormecido, sonriendo.
En una de ésas,nuestro planeta que vá viajando a través del espacio cae bajo el dominio de un Dios perfeccionista que rompa las fuerzas opuestas del bien y del mal y nos regrese al paraíso.
ResponderEliminarMuy bueno Krapp.
ResponderEliminarUn abrazo.
No me puede gustar más, bueno sí la frase que cierra es un poquito floja comparada con la fuerza de lo anterior.
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