En el centro de donación de órganos,el que atendía era poseedor de un extraño sentido del humor.
El día en que se presentó un donante de hígado,hizo que se lo extrajeran y se los sirvió a los caníbales en guiso encebollado,y no les puedo contar más porque me gana la risa.
¡Qué bestia! Gore total. El encargado de la recepción era un cocinero sádico.
ResponderEliminarPero lo menos gracioso del asunto es que se parece mucho a algunas ONG. Se aprovechan de la buena fe de las personas para sacarles todo lo que pueden y luego invierten en cosas deplorables.
Un abrazo.
Va a ser que el recepcionista eras tú mismo!!!!!
ResponderEliminarComo dice Torcuato, gore total, buffff.
Un abrazo, Carlos
Vean lo que pasa con el tema crímen
ResponderEliminar,luego a Agatha Christie la acusaban de ser asesina en serie.
Lo que sucede es que pasé demasiado tiempo en la escuela de comedia que por hacer un chiste te pegas un tiro.
Además sí vá con el remate del cuento que el narrador le hizo lo que él consideró la gracejada.
Más no necesariamente soy yo,el autor,dicho narrador.