Noche de fogata en el monte. Estamos callados, cansados de cantar y reír, nos hemos relajado en la contemplación del fuego. Soy discreta, la vigilo a penas de reojo. Anduvo descalza por la rivera y sintió algo, como una espina en el meñique. Le pusieron mertiolate y una bendita. Desde hace quince minutos se frota el empeine derecho, por encima del calcetín. Gira y flexiona el tobillo. Se abanica, se toca el plexo, endereza la espalda, se abanica más. La llamo por su nombre, con una voz muy solemne, "Permíteme ver tu herida" y todos centran en mí su atención.
-Es probable que te haya mordido una pequeña serpiente. (Sí son pequeñas). Podría tratarse de una viborilla de las zonas húmedas. (Retraso su pánico). Tiene los colmillos en la parte posterior de la quijada, así que no muerde las áreas planas del cuerpo, sino que agarra dedos de manos y pies. (Hablo con calma y seguridad, los he petrificado en sus posturas). Si estoy en lo correcto, tendrás algunos síntomas durante los próximos cuarenta minutos: (Inhalo y exhalo) el dolor subirá hasta tu rodilla e ingle, tendrás visión doble, y sentirás presión en el pecho y dificultad para respirar. (Ahora es cuando bajo la mirada... la frase adecuada sería, "Después se acaba").
-¡Coralillo! -gritó uno detrás de mí- ¡Tengo suero en el botiquín! ¡Hay que llevarla inmediatamente al hospital! ¡En la motocicleta llegamos más rápido!
Antes de parpadear ya iban a todo motor dejando una polvareda tras de sí.
Estúpido entrometido, arruinó mi momento protagónico.
miércoles, 30 de abril de 2014
jueves, 17 de abril de 2014
Despedida
La apretó muy cerca de él, como el tango dulzón y
nostálgico lo indicaba. En el pasional encuentro de sus piernas y brazos, las
palabras se esfumaron y la cadencia del dos por cuatro, encendió la llama del
percal arremolinado en una cama de Lugano. La radio de la mañana sonaba y
sonaba, alardeando noticias de toda índole. La botella rodando en el suelo
entablonado del sucio cuarto, lo trajo a la realidad. La noche anterior se
había llevado su último tango.
domingo, 13 de abril de 2014
SABIDURÍA.
---No grite maestro, la gente pensará que ha perdido la cordura.---
---Tienes razón pequeño Saltamontes, y es que me pone neurótico que la gente confunda la nada con el espacio. Mira pongo mis manos una frente a la otra como si fuera a dar un aplauso y les pregunto, ¿Que hay entre mis manos? ,y responden,nada. Pero sí hay algo , y es el espacio, pues donde no hay nada no hay nada. ¿Comprendes?---
---Claro que sí maestro. Algo así pone neurótico a cualquiera.---
---Eres un gran discípulo pequeño Saltamontes.----
---Maestro,¿Me presta un momento el i -phone?----
---¿Y para qué lo quieres?----
----Es que voy a mandar un selfie a mi familia para que vean que estoy bien.---
---Pero no te verán a tí, solamente a la imágen de tu cuerpo material.---
---Cierto, pero éso no lo saben ellos, me basta con que crean que me vieron.---
----Bueno. Pero apúrate que tenemos que llegar a la entrevista con National Geographic.----
---Tienes razón pequeño Saltamontes, y es que me pone neurótico que la gente confunda la nada con el espacio. Mira pongo mis manos una frente a la otra como si fuera a dar un aplauso y les pregunto, ¿Que hay entre mis manos? ,y responden,nada. Pero sí hay algo , y es el espacio, pues donde no hay nada no hay nada. ¿Comprendes?---
---Claro que sí maestro. Algo así pone neurótico a cualquiera.---
---Eres un gran discípulo pequeño Saltamontes.----
---Maestro,¿Me presta un momento el i -phone?----
---¿Y para qué lo quieres?----
----Es que voy a mandar un selfie a mi familia para que vean que estoy bien.---
---Pero no te verán a tí, solamente a la imágen de tu cuerpo material.---
---Cierto, pero éso no lo saben ellos, me basta con que crean que me vieron.---
----Bueno. Pero apúrate que tenemos que llegar a la entrevista con National Geographic.----