martes, 29 de octubre de 2013

La pérdida

Encaramado sobre una silla, el niño declama con fervor su poema. Los demás miembros de la familia –concentrados en sus quehaceres– no le prestan atención. El pequeño entonces afina la voz y comienza de nuevo. Esta vez recita más alto, con más fuerza y entonando mejor, pero nada. Su madre continúa fregando los platos con la mirada perdida en el amarillo de la esponja; su padre, arrellanado en el sillón, se abstrae detrás de las páginas del periódico y su hermana, encerrada en su habitación, se afana en escribir en su diario el dolor que todos se han negado a admitir en voz alta. 
Harto de sentirse ignorado, el niño se dirige a la terraza y allí se enfunda con una sábana blanca robada del tendedero. Resignado vuelve al salón convertido en un fantasma clásico. Piensa que así, al menos, les dará un buen susto. 


Microrrelatos ilustrados


13 comentarios:

  1. Sara:
    Un relato muy triste...
    Aunque bien logrado.
    Saludos.

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  2. Eso deberíamos hacer muchos de los proyectos de poeta que andamos por las salas dando recitales a familiares y amigos aburridos.
    Bueno, disfrazarnos de fantasmas, no. Ya lo somos sin disfraz.
    Abrazos, siempre

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  3. Eso deberíamos hacer muchos de los proyectos de poeta que andamos por las salas dando recitales a familiares y amigos aburridos.
    Bueno, disfrazarnos de fantasmas, no. Ya lo somos sin disfraz.
    Abrazos, siempre

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  4. Lo malo, es que ahora sí le vieron, y hasta le oyeron. Pero siguieron sin escuchar.

    Pongamos cara a la pared a algunos padres sordos a la voz de las iniciativas y cotas al talento.

    Un abrazo

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  5. Así lo reconocerán, en un intento de grito frente al vacío de la indiferencia.

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  6. Bien retratada la traumática que surge de ser ignorado y lanza la vida de alguien a tener que validarse ante los demás.
    Besos a tu belleza.

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  7. Triste que a veces le ponemos más atención a nuestros fantasmas que a los vivos. :(

    ¡Buen micro Sara! :]

    ¡mUCHos salUCHos! :]

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  8. ¡Gracias por vuestros comentarios!

    Aproveché estas fechas tan "fantasmagóricas" para publicarlo.

    Es triste tener que recurrir al susto para llamar la atención, tanto para los vivos como para los muertos.

    Abrazos.

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  9. Dhiego, he leído y disfrutado muchisimo este microrrelato...realmente lindo
    Un abrazo
    Stella

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  10. Perdon Sara, pensé que estaba escrito por DHiego, felicidades amiga

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