La mujer pantera se lame las heridas recostada en su cojín de seda. Las batallas amorosas siempre la dejan exhausta. Mañana luciría sus heridas con orgullo delante de sus tropas. Nadie en el burdel volvería a pensar que estaba vieja. Al menos no de momento.
Rosa M.
http://vanalaire.blogspot.com.es/
Pido disculpas por saltarme la fecha de publicación. Problemillas de salud me impidieron publicar en su día, pero no quería dejar pasar el mes de abril sin publicar.
ResponderEliminarRosa
Nadie se atreverá a decir nada.¿Quien es el primero?
ResponderEliminarSaludos
Intenso Microrelato, enhorabuena, besos.
ResponderEliminarUb micro muy bueno, Rosa, que se hunde en una realidad triste, dolorosa, pero eterna.
ResponderEliminarUn abrazo,
No se puede mostrar debilidad entre la competencia.
ResponderEliminarMe gusta el relato. Los "años" obligan a mostrar las garras. Siempre hay una dicotomía entre la edad que se siente y la que se ve. A mí me recordó a un cuento del mexicano Eduardo Parra: "Cuerpo presente"
ResponderEliminarAh, el encanto bellisimo de las batallas amorosas...
ResponderEliminarBuen texto
Gracias por vuestras lecturas y comentarios.
ResponderEliminarBesos desde el aire
una mujer digna de Onetti, sin duda.
ResponderEliminarBuen micro!
Muchas gracias Pilar.
ResponderEliminarBesos desde el aire