viernes, 1 de febrero de 2013

Enemigos


Atraviesan una espada en su vientre, el herido se arrastra, lo miran reptar.
Uno de ellos se impacienta, alza el arma.
—Todavía no —protestan los otros—, que sufra un rato más nos debe demasiadas.
El tiro es certero y la  muerte instantánea.
Quien disparó hace bromas procaces y  ríe histéricamente. Sus carcajadas se pierden    bajo el ruido escandaloso que provocan los otros victimarios que ahora luchan entre sí, todos creen tener preeminencia para hurgar dentro del cadáver.
Muerto el hombre lobo, no es de extrañar que se maten entre ellos por una bala de plata.

8 comentarios:

  1. Me encantan tus cuentos salvajes Patricia.

    Besos desde el aire

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  2. Al leer su relato me quedo con la sensación de que el hombre no tiene remedio. Me gustó.

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  3. Los microrelatos me llaman mucho la atencion, es muy bueno el tuyo,no carece de esa identidad instructiva que guarda secretos al final!! tu blog a sido de mi agrado asi que con tu permiso seguiré visitandote!!

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  4. Excelente. Parece reunión de políticos.

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  5. Si tan solo dejaran el lobo que llevan por dentro! hermoso microrelato invito a la reflexion!
    saludos,

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  6. Rosa, Beto, Andrea, Malquerida, Carlos, Patricia, agradezco vuestros comentarios.
    Serás muy bienvenido, Romu

    Saludos afectuosos

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