miércoles, 21 de noviembre de 2012

Secreto

Es aquello que se guarda y carcome el alma con el tiempo, hasta que el diablo llama a tu puerta y se lo cuentas, aun sabiendo que te puede llevar hacia el abismo. Así ella le confesó su engaño y él, enfurecido de rabia, la acarreó hasta el inmenso bosque donde impunemente ocultó su rastro. 
De la mujer solo encontraron sus ropas que, con el tiempo, fueron enterradas en una tumba como refugio para llorarla. Desde entonces su alma desnuda merodea por el cementerio, roída por el secreto del paradero de su cuerpo.
Yo lo sé porque a las gárgolas los muertos nos lo cuentan todo. Como que ese hombre que viene a menudo por aquí y me mira con recelo, es el asesino. Hoy ha llegado portando su mirada oscura y una maza. Sabe que guardo su secreto.



8 comentarios:

  1. Me gusta, ahora, lo veo más como "capítulo" que como fin, insinúas, claro, pero este final te da paso a seguir. Piénsalo.

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  2. Eso de ser gárgola me parece muy interesante y que las ropas estén enterradas para tener refugio para llorarla, es una imagen que se ve.

    Muy bueno, amiga Sara,
    ¡Menudo Secreto!

    Besicos

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  3. Peligroso ser gárgola, creo que esa maza tiene por destino tu cabeza.

    Muy buena historia.


    mariarosa

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  5. Un microrrelato muy bueno. Conciso, bien escrito y con miga. Por cierto, un final muy acertado.

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  6. ¡Excelente micro!
    De una indudable calidad, su lectura da placer.
    ¡Felicitaciones!
    Saludos.

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  7. Me gusta ese giro de moneda que la hace pasar de un secreto al otro.

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  8. Muy original y bien contado Sara.

    Besos desde el aire

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