Si los hubiese visto antes,
tal vez no estarían en el estado en que los descubrí. Una madre sola, poco puede
hacer. El señor padre, un ejemplar de alta sociedad, bien distinguido, sin
penurias de ningún tipo, recorriendo las calles de Lagoa, orondo, con su traje impecable
de color canela. La madre, delgada, de grandes ojos verdes, sencillamente
ataviada, hacía lo que podía por criar a sus pequeños hijos, dos de ojos
celestes por herencia paterna. Los miré con amor y creo que lo advirtieron. No
entendieron mi lengua. Ellos eran brasileños. Pedí permiso a su madre y les
tomé una foto. Nada más.
Precioso y triste microrrelato amiga, una madre lo da todo por sus hijos (por regla general) pero hay "algunos padres" que se desentienden de ellos.
ResponderEliminarAl final, no son felices por mucho que digan.
Besitos, buen finde Zuni...
Gracias por enseñarlos tu fotografía.
ResponderEliminarUn abrazo
Qué triste esa realidad que dibujas en tu micro, la foto que colocaste realmente bonita aunque no sea la delos niño, que entiendo no sería adecuado.
ResponderEliminarPrecioso Zunilda, saludos,
Tan triste como bello.
ResponderEliminarSaludos
Un fiel retrato que se multiplica mostrando una falla más de una sociedad desigual.
ResponderEliminarHasta que la humanidad entienda que no debe haber excluídos de la riqueza de la tierra, pues ésto nos afecta a todos.
Saludos, bello relato como siempre.
ResponderEliminarBonitas letras.
Zunilda:
ResponderEliminarEs muy frecuente ese tipo de conductas, donde el padre prosigue con su vida de soltero aunque tenga mujer e hijos. El que tenga dinero no cambia tal costumbre, yo he visto padres de familia pobre que dejaban mujer e hijosen casa y salía a jugar naipes y si la suerte le era amiga, terminar la noche con una mujer de la vida.
Existe desde siempre otro mundo muy diferente al que imaginamos.
El relato muestra la visión nuestra con gran sentimiento.
Saludos cordiales.