"Abro
los ojos despacio mientras coloco mi pelo rebelde con las manos. Ha sido una
noche inolvidable, pienso sonriendo e imaginándote todavía acariciando mi
muslo con tus manos. La cama esta revuelta, la luz entra a través de las
persianas bajadas dibujando cuadrados blancos por toda la estancia.
Huele
a café recién hecho. Bajo mis pies descalzos al frío suelo y camino
arrastrándome por el pasillo que me separa hasta la cocina.
-Buenos
días- me dices bajando el periódico de tu cara.
Me
lanzo a tu cuello y lo beso con fuerza, haciendo ruido. Algo que odias y que
respondes con un quejido.
-Buenos
días intelectual- te digo robando de tus manos el periódico y lanzándolo al
techo- hoy no hay malas noticias, no hay trabajo, responsabilidades ni tiempo
muerto, hoy solo existo yo y mis monstruos internos.
Me
siento en tus rodillas y bebo el café de tus labios.
-¿Sabes
una cosa?- me dices muy serio. Con cara de científico frustrado- yo mataría
monstruos por ti. Sólo tienes que avisar.
La
carcajada recorre cada rincón de la cocina y rebota para alejarse como hojas al
viento y perderse entre las nubes."
AUTORA:
Laira
Hasta aquí llega esa carcajada, Laira. Bello texto, bella mañana.
ResponderEliminarUn saludo.
Excelente trozo de la vida amorosa.
ResponderEliminarDeja en suspenso lo que sigue.
Esto promete, es un buen principio.
ResponderEliminarun abrazo
fus
Bonito despertar reflejas, y bonita mañana, un amor que promete continuidad.
ResponderEliminarSaludos desde mi mar,
Buf, me ha encantado, aunque haya sido un pequeño relato, ha tenido su esencia y sobretodo el mensaje ...
ResponderEliminarEnhorabuena!
Me gustó mucho, muy buena descripción la de Laira.
ResponderEliminarTe sigo, besos.
Está bueno, me gustó.
ResponderEliminarSaludos.
Nada más hermoso que despertarse una mañana y tener a quien amar :)
ResponderEliminarMuy bonito el relato. Beso