- ¿Qué vas a hacer?
- No preveo cambios para el fin de semana - sonrió. - Se espera agua entre tus párpados y temperaturas bajo cero en las costillas. Cielo lleno de nubes y niebla matutina acompañada de vómitos. Predominará la mar viva en los gritos, marejada al mediodía y seguro tormenta en los golpes.
- Sé que tú nunca fallas - la mujer del meteorólogo aferró el cuchillo - pero puede que sea hora de un cambio climático.
Un saludo.
De seguro que ella comenzó a disfrutar un clima más refrescante, y si andaban por altamar, los tiburones limpiarían posibles conflictos con el forense.
ResponderEliminarNo sé por qué, pero me parece que al "pronostiquero" le faltó decir: Una temperatura bajo cero en la entrepierna, para tener un chubasco en las costillas
ResponderEliminarMuy bueno. Sutil y con un toque macabro. Me gusta
ResponderEliminar¡Fantástico!
ResponderEliminarExcelente final, que da un cierre perfecto.
Saludos.
Y a veces brilla el sol en estos climas tan tormentosos... Muy bueno, me encantó.
ResponderEliminarUn saludo,
María Eva.
¡¡Gracias!!
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