Pasó cerca de mi como una ráfaga. Corría a tal velocidad que si fuera de mi conocimiento o amistad y quisiera alcanzarle, no lo hubiere logrado nunca. Una estela de zozobra dejó en el aire, una impotencia inmovilizante en cada uno de los que esperábamos el trolebús a metros de esa maldita esquina. Vestida de sensación la "cosa" se metió de lleno en el encontronazo de la moto con el flamante utilitario cargado de verduras. El pobre jovencito, voló, sin casco, en una desgraciada pirueta .
Uy qué imagen nos dejas. Me duele imagnar a ese chico disparado sin casco.
ResponderEliminarMuy visual Zunilda, y duro.
Un abrazo.
La muerte acecha en cualquier esquina...un relato que ocurre por desgracia cada día...un saludo.
ResponderEliminarMuy bueno.
ResponderEliminarVisual, como dijo Yashira.
Saludos.
Qué terrible, me trajo a la mente lo que sucede a diario en mi ciudad. Los motociclistas sin casco vuelan por doquier
ResponderEliminarAbrazo
Pobre jovencito¡
ResponderEliminarMuerto de un accidente tan tonto.
besos.
Gracias amigos por tan interesantes comentarios. Un halago para mí o un reconocimieno a la cruel realidad.
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