miércoles, 23 de mayo de 2012

RECICLANDO UN UNIVERSO.

Dotado con talento y sabiduría biogenética procedió a reclonarse para convertirse en un Dios capaz de crear un universo superior al conocido por tanto terráqueo.
En lugar de burdas entidades con complicados cuerpos físicos expuestos al envejecimiento y el desgaste, sus seres serían inmortales, eternos y de composición luminosa; y exentos de hambre y necesidades de sustento. Estarían dotados para participar en sublimes placeres, todos libres de consecuencias negativas, debido a la pureza de su amorosa escencia.
Sobre la mesa el plano se llenaba de trazos de las ecuaciones necesarias para instalar ciclos carbónicos similares a los del sol que servirían como catalizadores de concentración de energía cuántica y le facilitaban armar una nueva materia molecular escencial.
A un instante de rasgar los velos para descifrar la última fórmula para cuajar el proyecto; tronó la cafetera llevándose en un corto circuito datos indispensables para consumar la creación.
El impacto psicológico de éste retraso, quizás irrecuperable debido al factor tiempo; le activó un shock nervioso que se manifestaba en un tic intermitente por el cual él mismo, se propinaba una cachetada cada tres segundos, a la vez impidiéndole recuperar la concentración necesaria, y causando risa en todos los demás.
Risotadas feroces de ésa masa ignorante, que podía escucharlas colectivamente cual sonido de hienas con diarrea.
Pasaba las noches triste observándose entre la cósmica lluvia de tantos Dioses caídos.

5 comentarios:

  1. Pues qué mala suerte la dichosa cafetera Carlos, con lo bien que iba, al final por un hecho fortuito quedó reducido a un Dios caído más.

    Genial relato. Un abrazo

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  2. Carlos, qué bueno, divertido y crítico y triste. Cómo sucesos imprevistos, ocasionales alteran el acontecer. Sospecho que al final hablas de un centro de recluidos mentales, o la calle misma.

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  3. Así se da una historietita más dentro del micro basado en la presión que soportamos como especie, sin saber siquiera porqué.
    Una vez Borges dijo que éste universo es producto de un Dios menor, lo cual cabe en las posibilidades. De ahí deriva el cuestionamiento que planteo en éste micro; ¿Con que otras posibilidades contaríamos , de así poder crearlas un Dios todopoderoso, o por lo menos parcialmente poderoso.
    Les agradezco sus comentarios, y comprendo a Ximens dudando de la salud mental de nuestro científico protagonista. Pero así es de delgada la línea que divide al loco del genio.
    Admiro tremendamente al que clonó al primer borrego, meramente por plantearse ¿Cómo clonaré un borrego? Éso es ambición creativa.
    Urge más gente así. Solicito surja alguien que invente como sacarnos del sistema jerárquico absoluto del poder bancario económico corporativo. Alguien que invente un líquido que te pongas y elimine la caries dental, alguien que invente una aspiradora que atrpe todo el polvo en un filtro deshechabe lleno de agua. Urge que los cerebros contemporáneos se apliquen a resolver tanto pendiente. O si se sienten amputados cerebrales como yo, alimenten a las aves y planten árboles, salven a las abejas, pero hagan algo, aunque no necesariamente consista en una hazaña Batmánica.

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  4. No sé si a alguien que altera de esa manera el sonido de una cafetera merece convertirse en un Dios, para especie imperfecta y fallida ya estamos nosotros.

    Besitos

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  5. Muy bueno...
    El final cierra, con creces, la trama que se venía desarrollando hasta ese momento.
    ¡Felicitaciones!

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