jueves, 10 de mayo de 2012
Los del barrio
Al gordo Ramirez lo conozco desde que eramos chicos, del barrio. Así como lo ves ahora, no te imaginás lo pelotudo que era, un mariconcito, un nene de mamá. Se calentaba porque siempre lo mandábamos al arco. Y qué quería, si no servía para nada. Si le hacías un caño o lo empujabas un poco se largaba a llorar. Después teníamos que aguantarnos a la madre, gritando como loca. La verdad es que nos gustaba hacerlo moquear. Ponía una cara rara, tratando de tragarse las lágrimas y mantener la dignidad, que era un show. La joda que más nos gustaba era decirle que la hermana se encamaba con el almacenero. Se ponía como loco. Já, me acuerdo cuando le bajamos los pantalones adelante de la negrita que vivía en la esquina; estaba loco por la negrita. Era re divertido el gordo. Después pegó el estirón, nos sacó una cabeza a todos y adelgazó, pero para nosotros siguió siendo el gordo Ramirez.
Ayer lo ví en el barrio. Había ido a visitar a la vieja. Me dijo Cucho que trabajaba en esta empresa, que era gerente o algo así y se me ocurrió venir a visitarlo, a ver si me puede dar una manito porque ando sin laburo. Por los buenos tiempos, viste.
¿Estás segura que te dijo que no conocía a ningún Ricardo Sandoval? Volvele a preguntar, dale. Sandoval, del barrio, decile.
Malena
www.yuyodelsuburbio.blogspot.com
Malena:
ResponderEliminarMuy bueno. Una historia de vivos y zonzos, ¿los identificaste bien?
¿Te puedo ayudar?
Me encantó, es una observación aguda del típico argentino de medio pelo.
¡Cómo no me va a gustar, si es el tipo de historias que se me ocurre volcar en la inentendible memoria digital.
Mis felicitaciones.
Un vivo saludo.
Muy bueno, Malena. Como la vida misma...
ResponderEliminarUn saludo.
Me ha gustado mucho. La descripción d la crueldad infantil y el oportunismo del adulto.
ResponderEliminarUn saludo
uN PLATO DE REALISMO FRESCO SERVIDO EN CRUDO. ESPLÉNDIDO RELATO.
ResponderEliminarMe gustó tu relato Malena, qué crueles los chicos y que oportunista el adulto, ya le vale...
ResponderEliminarUn saludo desde mi mar,
Fantástico.
ResponderEliminarComo decía un gran sabio (mi querido viejo), "no hay que afligirse de las cosas que tienen revancha" :).
Me encantó. Muy, muy bueno.
Saludos.