Buscó en sus libros alguna referencia a una tormenta como la que estaban soportando
en aquellos momentos, y para su sorpresa, observó cómo las letras surgían a
medida que sus ojos se deslizaban sobre el papel. Por primera vez asistía al
modo en que se escribía la historia.
Autor: Juan José Tapia
Blog: J.J.Tapia
Blog: J.J.Tapia
Ilustración: Mattia Galli
Que buena manera de aplacar las tormentas que oscurecen el cielo de los pensamientos.
ResponderEliminarGenial como en pocas palabras transmites todo un mundo de sentimientos. Me he identificado mucho con su significado.
muy locuaz, bien logrado
ResponderEliminarsaludos
Juan José:
ResponderEliminarSe tiene por cierto el que no haya nada nuevo bajo el sol.
Muy interesante escrito.
Saludos.
Yo creo que todo el proceso cibernético debería simplificarse, a igualar la sencillez de la escritura.
ResponderEliminar¡Muy bueno, JJ!
ResponderEliminarEs como si la historia se escribiera sola, sin ayuda de un escritor. Me gusta.
ResponderEliminarSe había vuelto escritor.
ResponderEliminarMuy bueno. Saludos desde mi casa de escritos.