lunes, 9 de abril de 2012

El sombrero

Desde el día en el que se colocó el sombrero, la gente le saluda, le trata de usted, le escuchan, le respetan y hasta le aprecian. Todos menos yo, que lo conozco bien, y sé que sigue siendo el mismo patán con el que me casé.

11 comentarios:

  1. genial Nicolás,
    breve, bueno, ta!
    saludos

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  2. Un patán con sombrero :-)

    Un abrazo.

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  3. Gran puesta en palabras de un caso clásico.

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  4. jajaja aunque la mona se vista de seda...
    saludillos

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  5. ¿Quién mejor para conocerlo que aquella que le lava la ropa interior?

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  6. Jajaja, me encanta. Cortito pero de buena pegada ese final.

    Besitos

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  7. ¡Qué bueno! Un sombrero esconde muchas cosas.

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  8. Muchas gracias por vuestra lectura y comentarios.

    Abrazos con sombrero y sin él.

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  9. Jajajajja qué bueno Nicolás!!!

    Besos desde el aire

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  10. Para que luego digan que la apariencia no cuenta.

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