domingo, 15 de abril de 2012

EL EXTRATERRESTRE

EXTRATERRESTRE Logra introducirse durante unos minutos en su casa cada día, casi siempre por la mañana, cuando todos han salido. Se sienta en el sillón de cuero beige, en la mecedora del cuarto de la plancha y en la concina, se prepara un té. Entra en la habitación de las niñas y se embelesa mirándolas en la foto del colegio. En la habitación de Hugo, recoge del suelo uno de sus peluches y lo abraza con fuerza. Ya casi está listo. El extraterrestre lleva trabajando con esta familia tanto tiempo que dentro de muy poco podrá suplantar al padre. O a la madre, su cuerpo parece mucho más cómodo, mullido y cálido para afrontar la crisis que están viviendo.

5 comentarios:

  1. Ingenioso micro, una posible propuesta anticrisis. Saludos Paloma!

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  2. ENORME.
    Aunque no se puede evitar leer en el fondo la oportunidad que esconde éste relato para muchos que aceptarían ser suplantados para largarse a la aventura.
    Bravo.

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  3. ¿Pues qué quieres que te diga? ¡ojalá en ciertos momento tuviera un extraterrestre que me suplantara y me permitiera esconderme lejos.
    Besos mil.

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  4. Distinto, original, me ha encantado. Se nota un muy escondido humor que se confunde con la realidad que muchas veces duele. Un abrazo, Paloma.

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