Dispuesta a quedarse una larga temporada con nosotros, mi suegra llegó a casa esta mañana cargada con una maleta tan grande y fea como su dueña.
Cada vez que nos visita se apodera de mi butaca, de 'mi mando' y de mi estudio, ahora reconvertido en dormitorio para ella. Hasta mi mujer y mi hija, abducidas por la vieja, no sólo dejan de tratarme como al rey de la casa que soy, sino que además me ignoran. Esto no puede seguir así, tengo que hacer algo. Y lo haré, ¡vaya si lo haré! Esta vez me libraré de ella por las buenas o por las malas...
-Anda, Manolo, acércame las gafas que voy a ver la tele un rato -dice mi suegra... Y servidor, como un pelele, la obedezco sin rechistar.
Bueno, al final siempre estas cosas acaban así, no?
ResponderEliminar¿Qué va a hacer el pobre Manolo, si no obedecer?
Me encantó MJ, un saludo,
MJ, me pasa como con Cabopá. Me alegro de tu estreno por estos lares, pues como le he indicado a ella, El Microrrelatista es un página de encuentro de escritores, en el que no podías faltar. Estaré atento a próximas publicaciones.
ResponderEliminarLas suegras son ese tipo de seres a los que mejor tratar bien, sino se quiere tener problemas. Algunas de ellas son...
Bueno todo esto son estereotipos, las hay de todas las clases, incluso buenas.
Un abrazo fuerte, Artista.
otro partido que perdemos!
ResponderEliminarsaludos
Ja,ja,ja...Es buenísimo MJ me gusta mucho la frescura de tu relato es hilarante y deja un buen sabor de boca...
ResponderEliminarMe encanta haber compartido contigo hoy, este espacio de El Microrrelatista...
Besicos
Hola MJ! Muy buena descripción de como perdemos los que creemos derechos en nuestro propio territorio. A veces por el bien de la comunidad hay que abdicar.
ResponderEliminarEs que la suegra, es mucha suegraaaaaa!!!
ResponderEliminarEnhorabuena MJ.
Besos desde el aire
No hay quien pueda con algunas suegras, Yashira ;-)
ResponderEliminarUn beso, guapa.
Querido Nicolás, ya me estrené por estos lares hace poco más de un mes. Precisamente con el micro que leí en la Macroquedada en Madrid ¿recuerdas el Espejo mágico? ;-)
ResponderEliminarDe todos modos muchas gracias por tu cálido recibimiento. Eres todo un caballero, diga lo que diga tu suegra je je (es broma)
Un abrazo.
Con las suegras siempre nos toca peder, Omar.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias, Cabopá. Lo mismo digo :-)
ResponderEliminarUn besote.
Efectivamente, Pilar, tenemos que soportar a la suegra sí o sí :-)
ResponderEliminarGracias.
Un abrazo.
Ya te digo, Rosa ¡ja ja ja!
ResponderEliminarMerci!
Un besote.
¡Ay! Acabo de darme cuenta de que he suspendido con un 2. ¡Uf! Ni en mis peores tiempos del Insti...
ResponderEliminarMe aplicaré más para la próxima :-)
Abrazos a todos.
Sí, señora, eso son yernos. Voy a tener que aplicar lo mismo con los míos.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el relato.
Muchos abrazos
Es lo que hay... se trata de llevarse bien con ellas, jajaja. Me gusta.
ResponderEliminarBesitos
¡Je je! Seguro que a ti te adoran tus yernos, Elena :-)
ResponderEliminarMuchas gracias, guapa.
Un beso.
:-)
ResponderEliminarUn beso, Elysa.