Las olas del mar llegan a la orilla, arrastran pececillos que saltan en la desesperación del que todavía no domina el arte de sobrevivir. Anónimos, gritan al aire pero nadie les responde. Sólo el reflujo de las olas contesta en el idioma que conocen. En la playa, la arena sigue húmeda. Por ella las huellas del paseo de aquella mujer que observa el devenir del mar en su anchura.
En el cielo, el viento de levante rasga las nubes envolviendo el azul en un celaje inasible a los pensamientos. En el muelle, a la sombra fina, los palos de los barcos que tintinean su figura en las lisas aguas de ojos viscosos. Allí está él esperando. Ahora cuando llega ella, cruzan palabras cálidas como el día.
Han quedado en el lugar de siempre, las gaviotas miran la escena; no hay peces, ellos son los únicos en los pantalanes. Se cogen en un abrazo de bienvenida. Nadie los ve. Han desaparecido las huellas marcadas en la orilla. Ahora dos caminan cogidos de la mano.
Autora: Carmen Martínez Marín
Precioso, qué bonito Carmen, como si fuesen parte de la vida misma en la que va desapareciendo una escena para aparecer la sieguiente, que es aún mejor.
ResponderEliminarBesos Cabopá, me gustó mucho
Qué bonito, qué paz y tranquilidad desprende.
ResponderEliminarMe gustó mucho, saludos.
Muchas gracias, no me lo esperaba. Me encanta formar parte de este blog que hace que nuestras "palabras escritas" tengan "importancia"
ResponderEliminarAgradecida y encantada de conoceros.
Carmen
Un texto que describe una imagen muy bella y sosegada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cabopá, me alegra verte por estos lares. El Microrrelatista es una página de encuentro en el que tantos escritores dejan su huella, tú no podías faltar.
ResponderEliminarEl relato es genial por la paz que transmite.
Bessets.
Serenidad, romanticismo, sosiego y ese mar de fondo, ese Mediterráneo tan luminoso y querido.
ResponderEliminarUn abrazo, Cabopá, que me alegro mucho de verte por aquí.
Desprende mucha melancolía, ¿por qué está todo tan vacío?. Me da tristeza, me intriga.
ResponderEliminarEnhorabuena Mari Carmen.
Un relato escrito por una poeta, por una magnífica escritora.
ResponderEliminarFelicidades a ti y al Microrrealista por tu fichaje.
La soledad de una playa, la muda mirada de las gaviotas y los peces y un enorme abrazo...Muy sugerente Cabopá...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Es un texto muy tuyo Cabopá, y la foto, también. Aunque no lo hubieras firmado te hubiera reconocido al instante. Siempre eres un soplo de aire fresco, de sol y de mar. Un beso.
ResponderEliminarEl mar siempre de fondo, es cierto un texto muy tuyo, Capobá y muy hermoso, se queda como un eco dentro.
ResponderEliminarBesitos
El mar, campo infinito que nos deja jugar hermosas partidas.
ResponderEliminarBesos, Cabopá.
Es un texto muy poético que rezuma amor, tranquilidad y paz. Esas huellas desaparecidas eran de soledad, pero ya no. Supongo que escribes con el alma, con los sentimientos que dan felicidad. me gusta.
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