Ya sitiados , y llegando a la deseperación total decidieron suicidarse en masa antes que ser capturados.
El capitán Lauro Jáuregui se lanzó a la barranca poblada de tigres, el sargento García se voló la cara de un cañonazo, y Henaine, quien era más cobardón, se encerró en el escondite subterráneo resignado a ser devorado por las pulgas del perro. Sólo él vivió para contarlo.
y para rascarse,
ResponderEliminarsaludos
Pues si, un suicidio en masa, pero el único que se salvó fué el cobardón que decidió ser devorado poco a poco por las pulgas, jaja, muy bueno tu relato.
ResponderEliminarSaludos Carlos,
La elección del cobardón fue la que lo salvó.
ResponderEliminarBesitos