lunes, 2 de enero de 2012

Última mirada







Nubes pasajeras cubrían una parte del estrecho cielo que desde su ventana podía divisar. Una paloma en arrumacos con su par, casi tapó todo el rectángulo. Desde su camastro, cerró los ojos, recordó a Mariela y echó a volar.

4 comentarios:

  1. La capacidad de la imaginación no admite jaulas, límites ni fronteras

    ResponderEliminar
  2. Los sueños y los recuerdos, no conocen límites de espacio, no hace falta mirarlos.
    Se vá hacia ellos.

    Besos. Feliz año.

    ResponderEliminar
  3. Gracias, compañeros por vuestras opiniones. Un cordial saludo.

    ResponderEliminar
  4. Isis y Sergio, demás está decirles que comparto vuestra opinión.

    ResponderEliminar

Pon un comentario. Nos gusta que nos leas pero también nos gusta saber que nos has leído.