martes, 15 de noviembre de 2011
RECAPACITAR
Sereno,
entré a la sex-shop donde iniciaron la práctica del Directorio Swinger.
Primera de la ciudad y surgida con la venta de películas eróticas de
producción local. Creí que habían cambiado al giro rojo cuando vi una
mujer desnuda al fondo del establecimiento. No. Era clienta. Elegía
prendas de lencería, ¡así, totalmente expuesta! Trigueña y voluptuosa.
Sobresaltado, giré el rostro. En el ventanal del aparador me hallé el
reflejo de sus pechos suculentos acariciados por cabello suelto que
hacía resaltar el parche abundante de vello púbico. Éramos sólo
nosotros. Me permitió espiarla. Recibí su mirada retadora. Entró al
vestidor y emparejó. Apreté en mis puños los panfletos del Obispo, y me
fui.
Éste ya lo había publicado en mi blog hace mucho, es uno de los primeros que escribí. ¡Saludos a todos!
ResponderEliminarRealmente muito bom.
ResponderEliminarUm grande bj
Me ha recordado a una vez que vomité sangre y luego me comí un bocadillo de lomo con pimientos.
ResponderEliminarLa Boca del Ello
Me perdí, quizá es que hoy no es mi día, tuve que leerlo dos veces, pero reconozco que el fragmento que se extiende desde "El ventanal...pega un bofetón erótico-festivo importante.¿Era cura?
ResponderEliminarUn saludo
Esto demuestra la represión mental que producen quienes desean representar todo lo bueno, y nunca lo lograrán ya que los tiempos de ignorancia han pasado y cualquiera se dá cuenta de que Dios no tiene necesidad de ser representado por algún grupo en particular, ya que nos rebasa a todos.
ResponderEliminarQuien lo dude, o haya logrado un estado diferente , tenga la bondad de fabricarnos un sistema solar de clima perfecto y en donde esté siempre presente un Dios moderador que impida cualquier injusticia.
Excelente. Muy en el registro de Yun, propio de su voz literaria.
ResponderEliminarLe aplaudo.
Me encantó, buen escrito
ResponderEliminarUn abrazo
En el barrio dicen que estaba eligiendo un conjuntito para el Obispo...Pero son habladurías, ya todos saben que al Obispo le gustan las Carmelitas...
ResponderEliminarLa tentación anda por todas partes.
ResponderEliminarBuen giro final, la verdad es que me sorprendió,
ResponderEliminarBesitos