Camina entre la gente pasando su maquinita por las frentes de los que se encuentra.
-Piiiiiiii- Suena el dichoso aparato.
Sopla como si una suave brisa acariciase la mejilla del pobre desprevenido.
-Pum- Suena un ruido sordo, y el muerto de turno cae al suelo desangrándose por el tremendo golpe que le ha dado, en la cabeza al caer, una maceta desde el tercer piso.
La muerte entrega el albarán al muerto reciente y sigue su camino escaneando frentes.
Rosa M.
Coño! que ruda te has vuelto!!!! jejeje
ResponderEliminarUn beso!!!
La muerte se aburría.
ResponderEliminarVoy a comprarle una sopa de letras para que deje a la gente unos días tranquila.
1 beso.
¡Caramba! Hasta la Muerte se ha puesto al día, con escaner y todo...
ResponderEliminarBesitos
Ya sabéis renovarse o morir...A no, si la muerte no puede morir.
ResponderEliminarJuanlu, Laira, Elysa Mil gracias y besos desde el aire
¡Que miedo!
ResponderEliminarFelicidades, gran relato.
Espero tardar mucho, en oir el escaneo de esta Parca tan moderna.
ResponderEliminarUn beso.
Glubs!!!Como se acerque a mí alguien con un albarán salgo pitando.
ResponderEliminarUn beso
¡Ándale! Éste estaba bueno para día de muertos. Y yo que por título supuse una historia ingenuamente cómica, la ingenua fui. Saludos n_n
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