Mi vida se ha desordenado en un abrir y cerrar de ojos, antes de dormir ella estaba a mi lado y cuando desperté se había marchado. Con sus palabras escritas en rojo sobre mi agenda me destrozó el ánimo y quiso la vida dejarme sin recuerdos e ilusiones. Eso lo sabe mi director, y aunque me ha ayudado, no hay día en que me recuerde que el artículo pasado siempre es mejor que el actual. Que mi nombre se devalúa y que por este camino voy derecho al vacío. Tres días más y me despide, eso dice. En mi casa no es mucho mejor, desde que vivo una soledad cargada de sufrimientos, el olor a rosas ha dado paso a la peste del tabaco, a los restos de comida y al pollo en el horno, único recuerdo de su existencia. Mi amiga, mi hermana, que vino a visitarme quiere poner remedio, me enviará a su asistenta, no es cara y es la mar de eficiente. Si consigue purificar el aire que respiro, le preguntaré: “¿Qué tal escribes?”
Nicolás Jarque
Precioso relato acerca de un doble trasplante. Super final.
ResponderEliminarConsigues transmitir la dejadez absoluta del personaje y lo rematas con ese final. Me gustó.
ResponderEliminarNicolas, reflejas estupendamente el sabor del abandono, el peso de la desidia y la entrega ante la derrota.
ResponderEliminarUn contenido profundo entregado en un continente brillante.
Enhorabuena.
musa y amada todo en un uno, quien sabe quizás ahora también señora de la limpieza. El ambiente de dejadez está muy conseguido
ResponderEliminarSaludillos
Espero que no tenga que escribir por él la señora de la limpieza, es demasiada esa renuncia y... por algún sitio hay que empezar a recuperarse.
ResponderEliminarBien contado
Ingenioso relato. Me gustó mucho, tanto, que me volví seguidora de Nicolás.
ResponderEliminarSaludos cordiales.
Muy bien reflejado ese abandono y la desidia que impera en su vida.
ResponderEliminarBesitos
Ese final de humor agrio es la rendición total, el fondo que hay que tocar cuando uno se hunde, quizá para impulsarse de nuevo. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestros comentarios en el estreno de "Microrrelatista".
ResponderEliminarUn abrazo y me alegrado que os haya gustado.
Muy bien. La mujer que le abandonó era su musa o su negra (como escritora). Ahí queda la duda, lo sí está claro que además limpiaba la casa. ¡Que le despidan! Me ha gustado el relato.
ResponderEliminarNicolás un micro estupendo, aunque su prota me deja con la duda de si se lo propondrá por abatimiento o si es esa la técnica que justamente, ha provocado el abandono de la primera...
ResponderEliminarUn abrazo.
Como siempre en tus relatos, el final es genial. Una suerte poder seguirte.
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