miércoles, 3 de agosto de 2011

Epitafio

Lamento decepcionaros, pues en esta cárcava no me hallo. Por respeto a los camposantos y para no envenenarlos preferí ser incinerado y al mar arrojado. Así conocí el azufre, así me sentí cigarro; la levedad de mi vida vi en cenizas convertida...
Desde este tarro vacío, agradezco vuestra visita.

Sucede que no me canso deser

5 comentarios:

  1. Interesante elegía al paso a la eterna pescadería.

    ResponderEliminar
  2. No se Sucede, tienes algo con los tarros, jejeje.

    Bueno.

    Besos desde el aire

    ResponderEliminar
  3. Muy buena la idea. Quizás la deje escrita para mi muerte. Eso de acabar enterrado convertido previamente en cenizas tiene su aquel. Así te evitas despertarte en mi vida, ser un zombi y demás experiencias.

    Un saludo, muy bueno.

    ResponderEliminar
  4. Amén. De nada. jeje
    Saludillos postmortem

    ResponderEliminar
  5. Pobre mar, recogiendo todo lo que la tierra no quiere.

    Blogsaludos

    ResponderEliminar

Pon un comentario. Nos gusta que nos leas pero también nos gusta saber que nos has leído.