domingo, 5 de junio de 2011

La esencia del Tai Chi Chuan







Que la forma arcaica fuera secreta lo ensombrecía en espíritu. La tradición demandaba el resguardo de la serie, pero Xiaowang rozaría el deshonor  con tal de revelarla.
Agotó tiempo y paciencia con su cámara. Chen, cultor y albacea de los ciento ocho movimientos fue incauto modelo.
— ¡Honor, gran Maestro! —musitó al observar las imágenes y comprender lo inútil de las mismas.
A excepción del primer y último fotograma, donde Chen ofrecía los saludos de rigor, los demás mostraban en sucesión, monos, grullas, tigres, gallos y serpientes  en sus instancias de pelea.




2 comentarios:

  1. Me han gustado tus grullas, tigres. monos...
    Un saludo desde el aire.

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  2. Los actores sómos sólo un espejo de la naturaleza.

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