Habló con los policías que tomaban notas y les rogó a los médicos de la ambulancia que lo dejaran acompañarla en ese último viaje... ¡la había amado tanto!
¡Cuan grande habrá sido la sorpresa cuando lograron reanimarla!
¿El llanto que lo sobrecogió era de felicidad?
Con la mascara de oxigeno en la cara ella lo miró de soslayo y con esfuerzo, levantó el índice para acusarlo.
El llanto se hizo angustia, abrió las puertas de la ambulancia y saltó.
Pobre apenado, despues del esfuerzo... Y la muy j... va y no se muere.Jejeje.
ResponderEliminarMuy bueno.
Saludos desde el aire
Ojalá se haya dado un buen golpe! ja ja.
ResponderEliminarBeso grandísimo Escarcha
Es buenísimo, escarcha!!! si habían sido un roto para un descosido, un jodio, él; una jodida ella jajaj !!! clap clap clap,
ResponderEliminarQuerido Sr. Muerte , el pecado de besarte es caer rendida , sumisa al placer de ser devorado
ResponderEliminarContinuidad en el blog, gracias si decides pasar a visitarme y ser un seguidor.
Mi beso
PD: Una historia corta pero con fundamento, me ha gustado mucho.
Mejor que salga pitando
ResponderEliminarBajo un tono poco tenso un tema muy serio y real. Me gustó mucho.
ResponderEliminarUn relato con buen tono.Saludos.J.R.
ResponderEliminarBuen golpe final.
ResponderEliminarMe gustó
Es como para verlo como guión de corto contemporáneo.
ResponderEliminarIncluso aguanta ser estirado a todo un largometraje, basado en la amarga convivencia de éstos seres.
Ayyy¡¡¡¡ espero que se hiciera mucha pupa ...:)
ResponderEliminarFantástico¡¡¡
Un abrazo